Esta
noche en Gandía ha sido la Cremá, la última parte de las fallas,
que se queman todos los años por San José. La tradición tiene más
de dos siglos y proviene de la costumbre de los carpinteros de
quemar los restos de madera del año en la fiesta de su patrón.
Nosotros
hemos estado en la Cremá de una falla de Gandía, cerca de donde nos
alojamos. La quema comenzaba a la una y media de la noche y aunque
estábamos cansados, hicimos un pequeño esfuerzo por ver ese
espectáculo.
Primero,
esta zona se aseguró con la presencia de los bomberos por todas
partes y un cordón que impedía a la gente acercarse demasiado a la
falla. Después, hicieron estallar una serie de petardos que fueron
seguidos de fuegos artificiales; y entre pólvora, luces y humo, la
falla comenzó a arder. El fuego aumentaba y los muñecos se quemaban
más y más deprisa. El calor se notaba en nuestra cara y con la
máxima seguridad, por fin, vimos a la falla derrumbarse por el
fuego. En 10 minutos había terminado la cremá. Mucho arroz para tan
poco pollo pero un pollo muy sabroso.
Alejandro
García González.
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